Nada se puede planificar cuando tienes hijos.
Yo pensaba que la lactancia era cuestión de elección personal. Como decidir el nombre del bebé, o el modelo de su cochecito y el color de sus primeros patucos. Cada vez que me preguntaban antes de dar a luz a mi primogénita, decía, convencida: “Le daré teta. Durante un año, al menos. Más si puede ser. Hasta la OMS lo recomienda.”
Yoma (nombre inventado que une la primera sílaba de mi nombre y el de mi marido) llegó sin prisa, algo asustada, tranquila. Se enganchó bien la primera vez. “¡Qué bonito! “ – pensé. “Parezco una mamá hecha y derecha. Como las que salen en la tele y en los anuncios. ¡Adoro la maternidad!”
La lactancia de Yoma no funcionó. A pesar de mi tesón y