Sí mamá: la depresión postnatal masculina existe.
Durante mucho tiempo se ha considerado que la depresión postnatal era algo que solo afectaba a las mujeres, pero en un estudio reciente con más de 8.000 padres en Reino Unido se demostró que en las primeras ocho semanas de nacimiento, uno de cada 25 padres sufría depresión postnatal (la proporción entre madres es 1 de 10).
Lógicamente, hay que distinguir bien los términos. Creo que todas las parejas pasan por momentos complicados después del nacimiento del pollito. No solo hay que cuidar ahora de un nuevo integrante de la familia, sino que hay que reencontrarse a uno mismo, en este nuevo rol. Yo soy una madre muy diferente en la realidad a cómo me imaginaba cuando estaba embarazada. Supongo que por mucho que te lo cuenten, no eres capaz de imaginar el cambio que dará tu vida, las nuevas sensaciones que el bebé despertará, todas las decisiones que deberás tomar. Y sí, es difícil encajar en este nuevo papel, o para mí si lo fue.
Pero muy diferente es estar triste durante muchas semanas, siendo necesario en ese caso buscar ayuda. Cuanto antes la pareja asuma la situación y busque una solución, antes saldrá de ella. Si realmente el padre (en este post) está dentro de una depresión, necesitará ayuda.
¿Cómo se sabe si Papá Pollito está deprimido?
Una depresión auténtica es difícil de diagnosticar sobre todo en los turbulentos meses después del nacimiento. Pero si está experimentando una pérdida de interés en sus actividades habituales, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, sentimientos de infra-valoración o de culpabilidad, cambios en el apetito o en el sueño y una ansiedad excesiva en lo que respecta a la salud del bebé, es posible que esté deprimido.
¿Qué puede hacer Mamá Pollito?
Apoyarlo. Ayudarlo a reencontrarse en su nuevo papel, hacerlo partícipe de las actividades y cuidados del bebé. Es fundamental que, la madre, no aparte al padre, haciéndolo sentir como un extraño y no dejándolo decidir con todo lo que al pequeño pollito respecta.
Además, es igual de importante que la pareja intente encontrar momentos de intimidad, de tranquilidad, donde seguir alimentado el amor. Sabemos que todo cambia cuando nace un bebé, pero la confianza y la admiración hacia el otro tiene que seguir existiendo. Y esto solo se consigue dedicándonos tiempo.