Como ya sabéis, para mi el embarazo fue el momento más maravilloso de mi vida. Nunca me sentí tan vital, alegre, optimista.
Pero el último mes lo recuerdo distinto: ya sabía, e iba asumiendo, que faltaban muy poquitos días para convertirme en MADRE, para dejar de ser quien fui para siempre y comenzar una vida distinta, llena de amor y felicidad pero también de nuevos retos y dudas.
En mi caso, además, mi último mes y medio de embarazo estuvo acompañado de unas contracciones bastante dolorosas que me impedían hacer prácticamente nada, y eso aumentaba aún más las ganas de que mi pequeño pollito salga del cascarón.
Y creo, que todas las mamás coincidimos en que este último mes se resume en 3 palabras: incertidumbre, expectación y ansia. Cuando sabes que algo importante está por llegar, necesitas adelantar este momento, quieres que suceda de una vez. Además todos los días te preguntas: ¿será hoy? ¿cuándo saldrá mi pollito del huevo?
En mi caso, yo intentaba mantenerme ocupada la mayor parte del tiempo posible, tanto con aspectos relacionados con el bebé como otros que no: ir al cine, al teatro, quedar con amigas, ir de compras, escuchar música… Todo lo que consiga mantenerte ocupada hará que este último mes sea más ameno.
Además, es importante tener en cuenta que cuanto más relajada vayas al parto, más fácil será todo. Si este último mes lo pasas tensa o no descansas bien, tu cuerpo estará más rígido para el gran momento.
Otra cosa que hice yo durante mi último mes de embarazo, y que creo hice bien, fue aprovechar para DORMIR. Sí, duerme TODO lo que puedas. Tu cuerpo te lo agradecerá. Es importante ser conscientes de que pasarán muchos años para volver a dormir bien, igual que antes. Porque quizás tu bebé duerme bien y del tirón toda la noche, pero te obligará a despertarte a una hora, o te cortará la siesta, o estará con ganas de jugar ese día en el que matarías por estar tranquila en el sofá media hora.
¿Y tú? ¿Cómo viviste tu último mes de embarazo?