Las cosas no son como nos las cuentan.
Esto es una realidad. En mi opinión, y con respecto a la maternidad, por un problema de machismo en la sociedad aún retrógrada en la que vivimos, a las mujeres y futuras mamás todavía se nos penaliza por expresarnos no felizmente sobre el hecho de ser madre y todo lo que ello supone.
Cuando cuentas que estás cansada, harta de una situación o que no puedes vivir sin dormir, todavía hay muchas personas que te miran con cara de “qué mala madre” “hay que ver qué poco quiere a su bebé”. Y lo que más sorprende aún, es que suelen ser mujeres y YA madres, es decir, brujas poco solidarias.
Porque cuando una ya es madre, entiende perfectamente de lo que estoy hablando. Y debemos evitar repetir hacia otras lo que a nosotras nos hizo daño.
No vale contar solo lo bueno de ser madre a una mujer que esté embarazada o esté planeando hacerlo. Es cierto que es la experiencia más maravillosa que pueda existir, y que no cambiamos a nuestros bebés por nada del mundo. Es cierto que descubres el amor verdadero y entiendes que tu vida ahora tiene mucho más sentido, que ya no puedes separarte de tu rol de madre.
Pero también es cierto que es el papel más duro y constante (24hs) que tendrás que vivir y soportar, y que ya para nosotras no hay descanso. Esto también hay que contarlo.
Es muy peligroso idealizar la maternidad porque esto provoca que muchas madres, en la soledad de sus pensamientos, se depriman después de tener a sus bebés y descubrir que las cosas no son tal y como les habían contado. Y me da una rabia horrorosa ver que las ya madres un poquillo más experimentadas no hacemos nada para evitarlo. Se trata de ser solidarias y hacerles entender QUE TODAS PASAMOS POR LO MISMO.
Sí. Todas hemos tenido momentos de bajón, de incertidumbre, hemos llorado. Todas. Algunas más y otras menos claro está, dependerá del carácter y sobre todo del comportamiento del bebé (duerme, come bien, enfermedades, etc). Acércate a esa madre, llámala, invítala a un café, cuéntale también tu experiencia.
Y sobre todo, dejemos que cada mujer viva su maternidad como quiera siempre que respete y cuide a su pollito.