Probablemente si tu bebé ya tienes más de 3 meses estarás de acuerdo conmigo en que, es en este mes, cuando deja de ser un “recién nacido”. Ya no se ve tan frágil, ha crecido en peso y tamaño y sus gestos comienzan a ser más de “personita”.
A los 3 meses, un pequeño pollito adquiere una gran cantidad de habilidades y el cambio en sus gestos, posturas, y hábitos es muy notable.
El bebé ya se ha adaptado a la vida fuera del cascarón y más o menos las rutinas se van estableciendo. Los papás también van respirando y su metabolismo se acostumbra a los nuevos ritmos.
Uno de los cambios más importantes es que ¡comienza a mantener la cabecita! Y así la postura de la tortuguita es la que más le gustará, ya que le permite contemplar el mundo de una forma que hasta ahora no le era posible. Deja que esté boca abajo todo el tiempo que quiera para que fortalezca sus musculitos de la espalda y de los brazos… ¡lo necesitará más adelante para gatear!
Otro gran avance que verás en tu pequeño pollito de 3 meses es el desarrollo de su visión; ya puede enfocar su vista y jugará con sus manos, descubriéndolas día a día. Además, ya se sonríe (sobre todo con mamá) e irá desarrollando su sentido del humor, pudiendo incluso soltar una carcajada. Mi pollito soltó la primera a los 3 meses y medio… ¡fue increíble!
En esta edad la audición de tu bebé se está desarrollando muy rápidamente: aprovecha vuestros momentos de juego para acompañarlos con música. Prueba diferentes estilos y descubre cuál es la que más le gusta a tu bebé… ¡te lo demostrará con sus gestos!
Papá Pollito y yo aprovechamos estos primeros meses de Gael para llevarlo en su mochilita porta-bebés, y permitirle mirar el mundo desde diferentes perspectivas. Dentro de unos meses, tu pollito pesará mucho más y será más difícil llevarlo a cuestas. Además, le encantará ir en la mochila, se relajará y utilizará todos sus sentidos para percibir cada movimiento, cada sonido, por lo que se cansará y descansará mejor.
¿Qué recuerdas de tu bebé con 3 meses? ¡Cuéntanos!