¿Tu bebé no quiere ni probar la fruta? Una buena manera de intentarlo es con la tradicional manzana asada, una manera dulce y deliciosa de comer un poquito de fruta 🙂
Prepararlas es muy fácil, y necesitas muy poquitos ingredientes. Quizás lo más difícil de la receta sea quitarle el centro a la manzana, pero haciendo un cuadrado con un chuchillo, poniendo la manzana del revés, sale fácilmente tirando un poquillo.
¿Cómo se preparan unas manzanas asadas?
Hay muchas recetas, pero la que a mí más me gusta, es un poco de mantequilla, azúcar moreno, y ya está. También puedes agregarle un poco de canela, que le da un sabor más exótico, pero eso depende de los gustos y paladar de tu pequeño.
La mantequilla y el azúcar se meten en el agujero que queda en la manzana y se lleva al horno (una cucharadita de mantequilla y de azúcar basta por manzana). El horno tiene que estar alto, para que la manzana se cocine bien.
Te darás cuenta que la manzana está lista porque está arrugadita y blandita, lista para comer.
Puedes intentar camuflarla decorándola con un poco de nata, o algún fruto seco. También puedes ponerla como guarnición en el plato de tu bebé, ya que la manzana va estupendamente con todo tipo de carne e incluso de pescado. La manzana asada puedes mezclarla con un poco de patata y así conseguirás un plato muy equilibrado y delicioso.
Si lo pruebas, cuéntame después qué tal te ha ido.
¡Y a disfrutar de la fruta!