Hoy mi (ya no tan) pequeño pollito cumple dos añitos.
En esta ocasión tengo una sensación agridulce: por un lado, soy inmensamente feliz viendo lo bien que estás creciendo, lo feliz que eres. Pero por otra parte, siento que dentro de poquito dejarás de ser un bebé. Y da vértigo caer en lo rápido que pasa el tiempo, los días y momentos junto a ti.
Así como el año pasado escribí un post para tu primer cumpleaños, hoy lo hago pensando exclusivamente en estos 365 días pasados junto a ti.
ESTE HA SIDO UN AÑO DONDE:
– Descubrí otra forma de ver el mundo, la tuya, que es más divertida y creativa que la mía… y me encanta!
– Ha sido un año lleno de complicidad, de satisfacciones.
– Un año donde te fui conociendo día a día, y tú a mí, amoldándonos el uno al otro, casi de forma perfecta.
– Un año de primeros pasos, primeras palabras y grandes avances.
– Un año donde descubrí que SÍ, que es posible amar más que el primero 🙂
– Un año sin tantos miedos, porque me enseñaste a confiar más en ti, en tus posiblidades.
– Un año con rabietas y mucho cariño. De contradicciones y descubrimientos.
– Un año donde he crecido mucho como persona, educándote en aquellos valores que me forman a mí, esos que son míos y ahora tuyos.
– Un año donde he descubierto que tengo a un compañero para toda la vida. Una persona que me brinda apoyo, alegría e incluso consuelo.
– Un año donde cada día y cada momento, me recuerdas lo maravilloso que eres, y por lo tanto, lo que me debo valorar.
Un segundo año lleno de amor y cariño. Es un honor ser tu madre y es un honor verte crecer.
Feliz segundo añito mi gordito!
Mamá,